Adrián López es un joven ingeniero al que la vida ha empujado hacia esta esquina de Oriente Medio en busca de mejores horizontes. "Está claro que el momento no es como para andar desaprovechando oportunidades".
Adrián tiene incrustada en su alma gallega la morriña. Debido a sus antecedentes genéticos el alejamiento de las raíces, el quebranto familiar y la distancia no le suenan a algo extraño. Su madre le había contado con detalle lo que para ella había supuesto que en los años cincuenta los abuelos hubiesen emigrado a Venezuela buscando el futuro que en Lugo no acababan de encontrar para sus cuatro hijos. Sesenta años más tarde a él le ha tocado venir a hacer las Américas a Abu Dhabi. Hoy el destino no es Sudámerica, es Oriente Medio. "Hay que adaptarse, es lo que toca". Otra cultura con la que convivir, otros códigos de conducta, otro clima, otras costumbres.
A más de seis mil kilómetros Eva, su mujer, espera la llegada de su primer hijo. "No solamente es duro lo de la distancia para un emigrante, es que me resisto a ser padre desde lejos. He querido tener una familia y un hijo para crecer con ellos, no para estar unidos por internet".
Adrián se siente a gusto. "Aunque las dificultades son innegables hay que reconocer que la vida aquí es cómoda. Una de las cosas más llamativas es la total seguridad que hay. Dejo el coche abierto, encendido y con todas las cosas dentro, ordenador, cámara, incluso dinero y tengo la certeza de que no va a pasar nada. Todo el mundo hace lo mismo y nunca he oído que a nadie le robasen. Los robos están muy mal vistos en el mundo islámico. También es verdad que las penas son muy severas y eso ahuyenta a los ladrones". El tema del alcohol también es delicado. "Estamos en un estado musulmán tolerante con los de fuera y permisivo con sus costumbres pero no nos podemos pasar. Es un delito grave conducir habiendo bebido. El nivel de tolerancia es cero. Aunque no hay controles de alcoholemia está considerado como un delito muy grave. Si en un percance de tráfico algún conductor, aunque no sea causante del accidente, ha bebido, la pena es muy alta, cárcel y expulsión del país si es extranjero. Nosotros también debemos de ser respetuosos con ellos. Durante el Ramadán los que no somos musulmanes no ayunamos pero, por ejemplo, no podemos comer, beber o fumar en público".
Le falta la familia y los amigos españoles, pero se encuentra a gusto aquí ("por suerte ya no es como antes, que emigraban y tardaban meses en tener noticias de sus familiares. Hoy, las nuevas tecnologías, internet, Skype y las redes sociales te permiten estar en contacto permanente con los tuyos, tanto como si estuvieses allí"). También le gusta que no se paguen impuestos ("con el mismo sueldo es como si ganases más dinero") y le parece genial que el precio de la gasolina sea tan barato. "El litro cuesta 28 céntimos y llenar el depósito 16 euros". Como gallego que es, a Adrián le molestan las altas temperaturas que hay que soportar en Abu Dhabi durante el verano. Una ley permite a los trabajadores interrumpir su tarea cuando la temperatura alcanza los 50 grados.
"Parte de mi actividad dentro de la empresa está dedicada al sector de la generación y transporte de energía eléctrica. Los Emiratos pretenden generar en 2020 gran parte de la energía eléctrica que se consuma y quieren hacerlo a partir de dos fuentes, recursos renovables, principalmente solar, y energía nuclear. Se han dado cuenta que estas fuentes de generación de energía, con las tecnologías actuales, son maduras y competitivas, por lo que les resulta más interesante seguir exportando el petróleo que quemarlo para generar la energía eléctrica que precisa el país".